Estudio aporta al reposicionamiento nutricional de la carne bovina

Investigación pionera en Nueva Zelanda arroja importantes resultados en cuanto al aporte proteico de este producto, en comparación con otras alternativas.

Muchas externalidades negativas se atribuyen a la carne bovina, y uno de esos frentes es la nutrición.  ¿Pero, es realmente tan mala la proteína animal?  

Nuevas líneas de investigación identifican algunos aspectos positivos de la carne, que se suman a otras tendencias de investigación en las áreas de nutrición humana.

En este contexto, la Corporación de la Carne (Corpcarne) está generando algunas actividades para el mes de agosto, a las que serán convocados durante las próximas semanas los interesados en esta materia.

El objetivo de Corpcarne es difundir información actual de universidades internacionales, que están observando con mayor detalle las ventajas del consumo equilibrado de proteínas animales en nuestras dietas. 

Estudio

En este contexto, recientemente se ha liberado una investigación pionera en Nueva Zelanda, comparando proteína cárnica bovina con otras alternativas.

Se trata de un estudio que es fruto de una colaboración entre investigadores de AgResearch, la Universidad de Auckland, la Universidad de Massey y el Instituto Riddet.

Los hallazgos de un ensayo clínico en humanos, realizado para el programa de investigación Pasture Raised Advantage, encontraron que la carne ofrece más de los componentes básicos de proteínas esenciales en comparación con una alternativa basada en plantas.

El proyecto multidisciplinario de cuatro etapas está explorando los beneficios para la salud y el bienestar de comer carne de res y cordero criados en pastos como parte de una dieta equilibrada, en comparación con la carne de res terminada con granos o una alternativa basada en plantas. 

En el primero de dos ensayos clínicos, 30 participantes de 20 a 34 años de edad fueron alimentados al desayuno en cuatro días diferentes y su sangre, síntomas digestivos y estado de ánimo fueron monitoreados durante cuatro horas inmediatamente después de la comida. 

El desayuno era un burrito que contenía una sola porción de una proteína diferente cada día: carne de res criada en pastos, carne de res terminada con granos, cordero y una alternativa a base de plantas, la que fue servida en orden aleatorio a cada participante.

Resultados

La Dra. Andrea Braakhuis, de la Universidad de Auckland, encabeza el equipo de científicos de nutrición responsable del estudio.

"Medimos los nutrientes en la sangre de los participantes y vimos una diferencia significativa en el tipo y la cantidad de aminoácidos que provienen de la digestión de la proteína de la carne roja, en comparación con la proteína de la alternativa de la carne procesada”, dijo la Dra. Braakhuis, quien precisó que “los aminoácidos de la carne roja eran de mayor valor biológico y mejor absorbidos por el cuerpo”.

Añadió que estos resultados clínicos reflejan los hallazgos de los experimentos de laboratorio realizados con los mismos alimentos por la Universidad de Massey, dirigidos por el Dr. Lovedeep Kaur, que dieron cuenta que la carne roja se digirió mejor en las condiciones del simulador de laboratorio que la alternativa basada en plantas.

El científico principal de AgResearch, el Dr. Scott Knowles, entregó mayores antecedentes al respecto.

“La nueva generación de análogos de carne a base de plantas está formulada para imitar el sabor y la composición de nutrientes básicos de la carne. Pero aún se sabe muy poco sobre su calidad nutricional y sus beneficios para la salud”, expresó el Dr. Knowles.

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